Por qué usar una landing page o web de aterrizaje y 10 claves de uso

Los que nos seguís habitualmente ya sabéis que apostamos por la estrategia en Internet. Y la estrategia tiene que colgar, desde nuestro punto de vista, de un punto central: la web.

Este punto de vista nos sirve también cuando creamos una campaña para llamar la atención sobre algo particular que queremos dar a conocer al público. Hay que tener en cuenta que la página de inicio de una web es la más vista por los usuarios y que un alto porcentaje de ellos sólo ve esta página, es decir, no sigue navegando por el resto de contenidos de la web.

Eso es lo que ha llevado a muchos expertos a apostar por lo que en marketing digital se llama “landing page”. Un término anglosajón que traducido a nuestra lengua vernácula se puede interpretar como página de aterrizaje. Es decir, una nueva página web.

Visitante voluntario

Estas páginas se caracterizan casi siempre por tener una sola página, esa a la que llega el usuario atraído por un clic sobre un anuncio que ha visto en otra web. Por tanto, se supone que el usuario ha llegado hasta aquí voluntariamente, movido por la atracción y el empuje del marketing.

Por eso, el esfuerzo de concentración de estas páginas, con padre o madre conocido (el enlace directo), pero sin descendencia (no tiene “hijas”) debe ser muy grande. En un solo vistazo estas páginas tienen todos los elementos, claros y precisos, para persuadir al visitante a que materialice rápidamente una acción: que compre, que se abone, que reserve, que se registre, …

Cada página de aterrizaje está ligada a una campaña. Su tiempo de vida es corta. Puede haber tantas páginas de aterrizaje como número de campañas publicitarias que emprendamos.

Estas son las características comunes que comparten todas las páginas de aterrizaje:

• Se cargan en el navegador con mucha rapidez
• Tienen un diseño muy atractivo y eficaz para fijar la atención del internauta y que no se vaya de ella hasta ejercer la acción que esperamos de él.
• Son simples, muy concisas. No ofrecen mucha información pero dejan claro qué puedes sacar si te registras (una promoción, una prueba, un descuento, etc.).
• Orden. Todo está pensado para no distraer al usuario y centrar objetivos y esfuerzos. El orden implica que los elementos que aparecen en la página están jerarquizados a la vista del usuario.
• Llama a la acción. Es incitadora hacia la compra o una suscripción. Te empuja, te motiva a que hagas lo que te piden.
• Utiliza botones que dan mayor impacto visual y que se transforman al pasar el ratón del ordenador en una imagen, una llamada de atención o un efecto de interacción que provoca al visitante a fijarse más en la campaña.
• Disponen de un formulario de contacto bien visible. No te piden excesivos datos. Un nombre y un correo electrónico siempre es fundamental. En la primera aproximación no es necesario conocer todos los datos del usuario, pero sí saber cómo volver a contactar con él y quién es. Por tanto, utiliza pocos campos, pero muy útiles para el vendedor.
• Se apoyan de herramientas multimedia para que el usuario fije más su atención. La fotografía o el video son recursos imprescindibles en la comunicación 2.0
• Utilizan botones de redes sociales para dar mayor dimensión a la campañas invitando a los usuarios a compartir sus gustos, intereses o preferencias.
• No suelen incorporar un enlace a la web de tu empresa. No es necesario porque la web de aterrizaje está ideada para captar nuevos clientes.

Cómo se atraen a los internautas a estas páginas promocionales:

• A través de newsletters, es decir, correos electrónicos masivos, enviados a nuestros clientes o posibles clientes.
• Campañas de Google Adwords
• Banners publicitarios en otras páginas web

Y como siempre decimos, comparte todas las ventajas que aporta Internet a las empresas. Es decir, todo lo que se mueve en la red se puede medir. Y no hay nada mejor que una página web para obtener datos sobre los usuarios. Es muy fácil medir el éxito de una campaña porque sabemos cuánta gente ha pinchado en las promociones que hemos puesto en marcha para llegar hasta la landing page, de dónde llegan esas visitas, si los usuarios rellenan los datos que se solicitan y se convierten en nuevos clientes, el tiempo que pasan en la página, etc.