Hace tiempo que la sentencia ‘el contenido es el rey’ pulula por el mundo de Internet. Se circunscribe habitualmente al ámbito del márketing y la idea detrás de la frase es que los internautas quieren aprender, les gusta leer y comentar, no sólo mirar. Y el efecto de este comportamiento se traduce en audiencia: si me cuentas algo interesante, visito tu página web, soy tu fan, te sigo… Pero en Internet hay palabras más allá de los blogs y de las redes sociales. De hecho, Internet se construye con letras y sus fachadas, es decir, sus páginas web están repletas de palabras.
Esto, que parece una obviedad, parece haber permanecido en el olvido durante estos años de crecimiento imparable de Internet. Sin embargo, en los últimos meses se ha iniciado una batalla silenciosa para reivindicar las palabras en las páginas web. Son los propios desarrolladores informáticos y los diseñadores los que están entonando una especie de ‘mea culpa’ para confesar que han sucumbido al poder de la imagen y que es hora de recuperar la otra ‘pata’ de la comunicación: las palabras.
Al fin y al cabo, el objetivo de una página web es comunicar algo y si bien es cierto que se puede comunicar mucho sólo con una imagen, la realidad del día a día es que a la mayoría de las empresas de poco les sirve una sola imagen para transmitir adecuadamente sus productos y servicios. Con esto no queremos decir que haya que cambiar la balanza en favor de las palabras. Lo que hay que encontrar es el equilibrio, pero, sobre todo, lo que hay que tener claro es cuál es el mensaje que se quiere transmitir.
Contestar a la pregunta de por qué queremos tener una página web es el primer paso para diseñar de manera eficaz esa página web. Y la eficacia se cimenta en diseño y palabras. La web debe entrar por los ojos, como la comida. Ha de ser bonita. Aquí manda el diseño. Pero la belleza vacía no sirve para nada. Así que ha de ser útil. Y para ello están las palabras: bien elegidas y bien colocadas. Porque, como dice el diseñador web Jeffrey Zeldman, “el diseño sin contenido es decoración”.
Crédito foto: Hiking Artist.
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