Te has dado de alta en WordPress.com, has elegido la plantilla perfecta para ese blog que tienes en la cabeza, has subido las fotos y los textos necesarios y tu nueva página ya casi está lista. Y decimos casi, porque probablemente se te hayan ocurrido algunas funcionalides que te gustaría añadir y que la plantilla no tiene o porque alguien te ha comentado lo importantísimo que es dotar a un blog de elementos como un formulario de suscripción o conectarlo a un sistema de estadísticas para conocer a tu público. Llegados a este punto hay que echar mano de los plugins.
Un plugin es una extensión con una función concreta. Y es uno de los puntos fuertes de WordPress. Su repositorio de plugins gratuitos supera la cifra de los 33.000 y a estos hay que añadir la oferta de pago, que es amplísima. Gracias a extensiones, puedes convertir el blog más soso del mundo en una página web completa o incluso en una tienda online. Pero un universo tan grande también tiene sus ‘peros’. A través de nuestra experiencia diaria en la implementación de webs hemos desarrollado un proceso para sacarle partido a los plugins sin caer en el caos.
1. Qué necesito
Lo primero que hay que tener claro es qué funcionalidades quiero añadir a la plantilla elegida. Hay que hacer una lista antes de ponerse a instalar nada, porque en ocasiones las tres o cuatro características que quiero añadir pueden incorporarse con un único plugin, lo que facilita el proceso. Dicho esto, también hay que tener en cuenta que estos conectores multifunción en ocasiones ralentizan el funcionamiento de la página, por lo que hay valorar si son la mejor opción para atender a nuestras necesidades.
2. Dónde encuentro lo que necesito
WordPress.org cuenta con un repositorio inmenso de plugins gratuitos, como ya comentamos. Pero si ahí no encontramos lo que estamos buscando, también hay opciones de pago, como CodeCanyon, servicio de plugins de Envato, principal tienda de WordPress del mundo.
3. Cómo elijo el mejor plugin
Si nos centramos en el repositorio gratuito, hay varios datos que nos pueden ayudar a la hora de seleccionar la mejor opción:
- a) Compatibilidad. Si acabamos de instalar un WordPress, lo normal es que hayamos instalado la última versión, así que cualquier plugin debe ser compatible con la versión que estemos utilizando. Cada nuevo conector que se añade al repositorio estará adaptado a la versión más actual de WordPress, pero las extensiones que ya llevan algún tiempo en la biblioteca no tienen por qué ser compatibles, a menos que sus creadores las hayan actualizado. Por eso, es muy importante fijarse en la compatibilidad.
- b) Actualizaciones. Entre varios plugins con las mismas funcionalidades, un buen criterio de discriminación puede ser la fecha de la última actualización del plugin. Si hay mucha diferencia, puede servir de referencia para saber si los creadores continúan trabajando y mejorando las extensiones o si se han estancado o directamente las han abandonado.
- c) Soporte. Si dudamos entre varios plugins recientemente actualizados, podemos fijarnos en la respuesta que ofrecen los creadores ante los problemas que tengan los usuarios. Por defecto, en la ficha de cada plugin de WordPress.org se informa del número de peticiones de ayuda que el servicio técnico ha atendido en los dos últimos meses. Esto permite determinar el tipo de soporte que ofrecen y si tendremos un buen respaldo o no en caso de encontrarnos con problemas.
- d) Instalación. En la segunda pestaña de la ficha se explica el proceso para instalar el plugin. En la mayoría de los casos, es un proceso sencillo. Pero en algunos, puede llegar a ser muy complicado y exigir unos conocimientos muy específicos. Así que si ya no entendemos bien la descripción que se incluye del proceso de instalación, mejor desistimos de su implementación.
- e) Valoración de los usuarios. La inmensa comunidad de WordPress convierte a los usuarios en un importante baremo para valorar qué funciona y qué no. En página principal de cada ficha hay un sistema de estrellas para premiar o castigar el plugin dándole una puntuación en una escala de 1 a 5. Además, en las pestañas hay un apartado concreto para que los usuarios realicen críticas.
- f) Descargas. La cifra de veces que se ha descargado un determinado plugin y la evolución de las descargas a lo largo del tiempo también pueden servir de pista a la hora de seleccionar una extensión. Si tenemos dudas entre dos con funcionalidades idénticas y que sin diferencias apreciables en las características señaladas hasta el momento, optar por la elección de la mayoría puede convertirse en el criterio ganador.
4. Cómo instalo el plugin elegido
No hay un único método, pero vamos a describir el sencillo, que es muy, muy fácil. En el editor de nuestro blog, en el menú de la izquierda, hay un apartado para los plugins. Sólo hay que seguir los siguientes pasos:
1. Nuevo plugin
2. Buscar el plugin que queremos
3. Seleccionarlo en el listado que nos aparece pinchando en ‘Instalar ahora’.
4. Darle a ‘Activar’.
Una vez instalado, probablemente haya que configurarlo para que realice la función para la que lo instalamos. Si la configuración es muy sencilla, no será necesario consultar nada. Pero en ocasiones, hay que seguir los pasos que vienen en la ficha de WordPress.org o los descritos en la documentación del plugin (si es que la tiene).
Si queremos instalar varios plugins, hay que tener en cuenta que quizás no se lleven muy bien unos con otros. Algunas extensiones interactúan con otras de tal forma que imposibilitan su buen funcionamiento. Así que si de repente un plugin que funcionaba perfectamente, deja de trabajar correctamente, es probable que no nos equivoquemos si culpamos al último plugin en llegar a nuestra web. En ocasiones, este tipo de extensiones incluso inhabilitan funciones de la plantilla básica. Así que antes de entrar en pánicos, probamos a desactivar plugins hasta que encontremos el enemigo en casa.
Como podéis ver, el mundo del plugin es muy amplio, muy versátil y ofrece unas enormes posibilidades para personalizar cada página, de tal forma que una plantilla sencilla se convierta en una web avanzada. Y aunque en general la instalación de plugins es un proceso sencillo al alcance de la mayoría de los usuarios, la amplitud de oferta a veces lo complica. Por eso, esperamos que esta pequeña guía sirva de ayuda a los usuarios de WordPress que quieran mejorar su blog.
——
La foto destacada es de Nikolay Bachiyski.
Add Comment