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Los 9 plugins imprescindibles para que un blog sea seguro, rápido y tenga difusión

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Hace tres semanas os explicábamos qué son los plugins y para qué servían. Ahora llega el momento de utilizarlos. Como contábamos, hay miles de plugins para miles de funciones, así que vamos a acotar el tema exclusivamente a las herramientas imprescindibles para un blog personal (montado, por supuesto, con WordPress). Hablamos, por tanto, de una página web en la que una o varias personas escriben artículos sin ánimo de lucro. Si este es tu caso, te contamos las áreas que tienes que atender y con qué plugins hacerlo.

1. Seguridad

Montas tu blog y comienzas a publicar artículos. Pasan los meses sin ningún problema y de repente, un buen día, el blog no te va. Por lo que sea. Te lo han pirateado, se ha infectado con un virus… El caso que es tú ya no tienes control sobre tu web o sobre su contenido. Para prevenir esto te proponemos instalar dos plugins:

a) Akismet. Es un plugin oficial de WordPress cuya función es filtrar el spam.

b) iThemes Security. Esta herramienta trabaja a diferentes niveles para evitar ataques maliciosos a la web.

Si llegamos tarde con esta recomendación, confiamos en que tengas una copia de seguridad del contenido de tu blog para poder restaurarlo. ¿Cómo hacerlo de forma automática?

c) WordPress Backup to Dropbox. Obviamente, tienes que tener una cuenta en Dropbox, ya que será allí donde se guarde tu copia de seguridad para respirar aliviado en el peor de los casos.

Así pues, hemos instalado tres plugins en nuestro blog, pero de poco servirán si no aplicamos sentido común del básico a nuestro día a día. ¿Cómo hacerlo? Con un programa y una actitud:

d) Antivirus. Tener un antivirus instalado en tu ordenador también te ayudará a proteger tu blog, ya que, por ejemplo, puede evitar que subas a tu web fotos comprometidas (de esas que bajas de internet y que ocultan malas intenciones en su código).

e) No todos los comentarios son lo que parecen. Vamos, que es mejor pecar de histérico y mandar a la bandeja de spam todo comentario que no entendamos antes que darle manga ancha en nuestra web. Y sí, tenemos el Akismet instalado, pero tampoco hay que fiarlo todo a una sola carta, se le puede escapar algún que otro spam de la peor calaña, así que mejor a la basura todos esos comentarios pelotas de supuestos lectores que comprenden perfectamente el castellano para saber lo fantástico que es nuestro artículo, pero no son capaces de mandar el comentario en ese mismo idioma.

2. Velocidad

Tu blog ya está en marcha. Incluso ya cuenta con unos cuantos artículos. Te los ha currado no sólo para contar cosas interesantes, sino para presentarlos con estilo. Tienes interiorizada la lección de que en internet las imágenes ayudan, y mucho, a ‘vender’ los artículos, así que cada una de tus historias está ilustrada con un buen puñado de fotos (sanísimas y originalísimas, eso sí, que ninguna es de internet, sino de tu propia cosecha). Vamos, que la cosa va de manual. Hasta que tus amigos comienzan a decirte que es imposible leer tus artículos porque la web carga lentísimamente. ¿No habrás subido las fotos con toda la resolución y tamaño que tu fantástica cámara reflex te ofrece, verdad? Al contrario de que si se tratase de uno de esos carteles que cubren las fachadas de edificios en obras, para que una foto se vea fantásticamente en la pantalla de un ordenador o de un móvil, sólo hacen falta unos pocos kilobytes (kB).

Así pues, es imprescindible optimizar (es decir, reducir el peso de la foto al mínimo tamaño manteniendo la máxima calidad) las imágenes que vamos a usar en nuestro blog. Para hacer esto, lo mejor no es un plugin. Por dos razones: cuantos menos plugins instalemos, mejor; y los programas específicos de fotografía permiten una mejor optimización. Dicho esto, te proponemos tres opciones:

a) Photoshop. Obviamente, sólo si ya lo tienes, porque el programa es tan fantástico como caro. Si lo tienes, corta las fotos al tamaño adecuado para cada espacio de tu blog (evitando así huecos raros y estiramientos aún más raros) y guárdalas para web.

b) Pixlr. Es un programa gratuito de edición fotográfica que hasta no hace mucho funcionaba exclusivamente de forma online. Ahora también se puede descargar.

c) WP Smush.it. Y si no queremos o no podemos redimensionar nuestras fotos antes de subirlas al blog, podemos utilizar este plugin, que se encarga de optimizar automáticamente las fotos que subamos a la web, pesen lo que pesen originariamente.

Ya tenemos las fotos optimizadas, pero como hemos utilizado bastantes en cada artículo y nuestra web es larga, larguísima (como parece que mandan los cánones actuales), su carga sigue sin ser demasiado rápida, que digamos. Y sí, nuestros amigos quizás hagan el esfuerzo de esperar, pero no los demás. Dicen los estudios que la paciencia del usuario medio dura entre 3 y 5 segundos. A partir de ahí, abandona la web que no se haya presentado en todo su esplendor ante sus ojos. Para evitar este abandono, vamos a proponer dos plugins que hacen cosas completamente diferentes, pero que son muy útiles para garantizar el mejor funcionamiento posible de nuestro blog.

a) Lazy Load. Esta herramienta se encarga de que sólo se carguen las fotos que el usuario está viendo. Si no baja más que hasta la mitad de la página, las imágenes de la parte inferior no llegarán a cargarse, ya que no hace falta. Permite acelerar notablemente el funcionamiento de una página larga.

b) WP Super Cache. Del Lazy Load podríamos decir que es prescindible, todo lo contrario que si hablamos de caché. Es una fórmula que guarda la versión más actualizada de la web de tal forma que cuando un usuario la visita, se le ofrece esta versión guardada de la web y ya con todos los elementos cargados, en lugar de cargar la web desde cero. Instalar un plugin que haga esto es fundamental para que nuestro blog siempre ofrezca su mejor cara, incluso cuando no esté funcionamiento al 100%.

3. Difusión

Hemos alcanzado el último punto con un blog en marcha, dotado de contenido fantástico, con todos los sistemas de seguridad pertinentes y un funcionamiento rápido y eficaz. ¿Cuál es el siguiente paso? Pues que nos lean. ¿A cuento de qué si no nos hemos lanzado a internet? Nos podemos poner más o menos tímidos, pero si somos honestos con nosotros mismos, la finalidad de tener un blog es que se lea lo que escribimos, y no sólo nuestros amigos y padres. Para aumentar nuestra difusión os vamos a proponer varios plugins con funciones diferentes. Pero queremos ser claros: no son imprescindibles; no es necesario ponerlos todos; sin ellos, nuestro blog funciona de forma correcta y segura.

a) All in One SEO Pack. Si no eres un profesional de las web, las comunicación o el márketing, esto del SEO te sonará a chino. Son las siglas de Search Engine Optimization. Es decir, es el conjunto de tareas que se realizan para conseguir que nuestra web aparezca lo mejor posible (léase, lo más arriba posible) en los resultados de las búsquedas que se realizan en motores de búsqueda como Google. Así pues, si tenemos un blog sobre cocina en el que hemos incluido una receta de pollo al limón, si hacemos un buen SEO, cuando alguien busque una receta de pollo al limón en Google, nuestro artículo aparecerá entre los primeros resultados. Conseguir esto es francamente difícil y, por supuesto, no hay fórmulas mágicas que vengan en forma de plugin. Pero si queremos que nuestro blog le ofrezca su mejor cara a Google, debemos cumplir una serie de reglas técnicas que permitan que el macrobuscador entienda a la perfección los contenidos que ofrecemos. ¿Cómo lo hacemos? Instalando este plugin que lo hace por nosotros. La configuración básica que se establece con su instalación es casi suficiente para nuestro blog, no hay que volverse loco con las opciones que tiene. Lo único que sí que hay que tocar es la parte del ‘sitemap’: actívalo y listo. Y por si esta optimización en clave de SEO no fuese suficiente, este plugin te permite conectar la web con Google Analytics, un servicio que hace seguimiento de las visitas que recibe tu blog. Eso sí, hay que crear primero la cuenta en Analytics para conectar posteriormente el plugin con la misma. Pero no dejes de hacerlo, porque conocer a tu audiencia es fantástico para saber qué les gusta y qué no les gusta de tu blog. Y porque cuando recibes picos de visitas o ves que alguien de un país lejano se ha leído tu último artículo, recibes un subidón de ego que puede llegar a ser un fantástico estímulo para animarte a escribir el siguiente artículo.

b) Simple Share Buttons Adder. Lo más probable es que este plugin no lo necesites. Añade al principio o al final de los artículos botones para que los usuarios puedan compartirlo en redes sociales. A día de hoy, es difícil que esta función no venga incorporada en la propia plantilla que hayas elegido para tu blog, por lo que no será necesario que utilices una herramienta a mayores para ello. Si no es tu caso, no te olvides de instalar un plugin que haga esto, fundamental para la difusión.

c) Yet Another Related Post Plugin. Sucede lo mismo que con el anterior. Hay bastante probabilidades de que esta función ya venga de serie con la plantilla. Se trata de ofrecer al final de cada artículo un listado de artículos anteriores similares. El objetivo es aumentar la permanencia del lector en nuestro blog, facilitándole el acceso a otros contenidos.

Hay un último elemento básico en la parte de difusión de un blog, que consiste en facilitarle la vida a tus seguidores más fieles enviándoles tus nuevos artículos a su correo electrónico, de tal forma que no sean ellos los que tengan que estan pendientes de cuando actualizas tu blog. Para ello, hay un montón de plugins de suscripción, pero también hay la posibilidad, por ejemplo, de recurrir a un servicio como MailChimp y limitarnos a enlazar nuestra web con este servicio, de tal forma que nos ahorraríamos un plugin. Si aún así, preferimos esta última fórmula para el boletín de suscripción, el plugin oficial de MailChimp es el siguiente es MailChimp List Subscribe Form.

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